¡¡LINYERA!!

"¡¡LINYERA!!"

Comedia poéticamente brillante en dos actos

Versión de 6 personajes (2U, 3D + 1 U o D);

a 7 caracteres (de 3U, 3D + 1 U o D)

Código SIAE ITALIA N° 932557A

(El personaje agregado en la versión 7 puede ser joven - estudiante o adulto - empleado)

Una comedia con un vagabundo como protagonista, sin caer en los habituales estereotipos del borracho que se tambalea y pide limosna. En el centro de esta comedia hay un vagabundo delicado, amable y respetuoso tomado como piedra angular para emprender un discurso reflexivo dirigido a una sociedad hipócrita, egoísta y obtusa. Junto a él hay un hombre de negocios con su esposa, un niño de flores "fuera de temporada", un empleado (o estudiante) descontento y un cuidador demasiado presente. Utilizando siempre el lenguaje de la comedia, este texto te hace sonreír, reír y reflexionar. Es un texto sobre la soledad que se vive en las grandes ciudades, en medio de mil compromisos y guetizaciones. El más transparente de todos, el vagabundo, impondrá su presencia y, mostrándose a los demás, dejará claro que él no es el invisible.

TRAMA
En el patio interno de un condominio común y corriente, un vagabundo se detiene y observa las idas y venidas de los condominios, quienes obviamente también se fijan en él. El primero es Silvio, un hombre de negocios extremadamente ocupado y nervioso que no quiere conocer al recién llegado, sino que quiere charlar sobre todo, incluso sobre la etimología de la palabra "vago" y la importancia del nombre correcto. Silvio considera las palabras del vagabundo como un intrusismo no solicitado y pide ayuda al conserje para solucionar la situación.
La conserje María no se enfrenta al vagabundo con la misma cortesía que Silvio y le ordena que se vaya o llamará a la policía. El vagabundo responde a los ataques con su habitual sonrisa y extrema amabilidad. Por suerte, al patio también baja Franca, una señora de cierta edad y ciertamente excéntrica, su trato con los extraños es más tranquilo y gentil. La inclinación por escuchar al vagabundo toca la fibra sensible de Franca, que confía en ella e inmediatamente establece un vínculo con ese interesante personaje y lo defiende del despótico portero.
En la versión de 7 personajes también entra Gianni, un estudiante (o empleado) insatisfecho con su vida y con un sueño que no cree poder realizar. En el pase de lista falta la esposa de Silvio, Carla, quien inesperadamente se abre y confía en nuestro nuevo amigo.
La capacidad empática del vagabundo está consolidada, con pocas palabras y muchas sonrisas consigue empatizar con todos los inquilinos del edificio que tienen un elemento en común: están solos. Aunque han vivido juntos durante años, nunca se han molestado en conocerse y han preferido mantener los prejuicios que fácilmente habían construido. Gracias a la llegada del vagabundo, los vecinos finalmente comienzan a conocerse, todos excepto María que sigue siendo hostil no solo hacia el vagabundo y hacia Silvio... Bueno, la reacción de Silvio sigue siendo un misterio, después del último encuentro con El vagabundo, le ordenó a María que se deshiciera de él y María se comprometió. De hecho, por enésima vez llamó a la policía de tránsito para denunciar la intrusión del vagabundo. La policía investiga la presencia del hombre y pregunta a los demás vecinos si su presencia les causa malestar. Franca, Gianni y Carla no tienen dudas, el vagabundo es su huésped bienvenido, María, sin embargo, se opone y llama a Silvio para que la ayude. Por suerte, el vagabundo tiene la oportunidad de estar a solas con Silvio antes de que regrese la policía y finalmente logra atravesar la armadura del hombre. Silvio, como antes Carla, Franca y Gianni, confía en el vagabundo y le demuestra que él también tiene inseguridades.
Ahora sola, María intenta por todos los medios meterse en problemas y ahuyentar al vagabundo, pero la policía no está de acuerdo, especialmente después de descubrir que María suele presentar quejas tras quejas contra todos los propietarios de sus condominios. Sin embargo, queda por determinar si el vagabundo vive en el condominio o no y Franca y Carla mienten gracias a Gianni y sobre todo a un extraño cambio de ropa con Silvio. En el control policial, el vagabundo tiene los documentos de Silvio y esto enfurece a María que inmediatamente llama a Silvio quien, sorprendentemente, protege al vagabundo acorralando a María y su maldad.
Ahora el patio del condominio está lleno de vida y alegría, María, expuesta en su mezquindad, pierde su trabajo y tiene que abandonar la caseta de vigilancia que inmediatamente es asignada al vagabundo. Todos los condominios se preparan para una velada juntos, el vagabundo con su sencillez y atención a todos, los unió y acercó a esposa y esposo. La velada está lista pero el vagabundo se ha marchado dejando una carta de despedida.